Reflegcionando yo un día
me dí cuenta que en verdad
las mujeres somos todas
muy ingenuas al amar.
Cuando nos enamoramos
las preguntas olvidamos,
las dudas las enterramos,
Haciendo que el corazón
se combierta en cementerio.
Por temor a desprendernos
de lo que aun no tenemos
el pasado no indagamos
y del presente ni hablar,
nosotras somos las dueñas.
Con esta mentalidad
construimos sin saber
del engaño el eccenario
y sufrir es nuertro papel.
Por eso querida amiga,
cuando haya pasado el tiempo
y te despierte una llamada
que te dice: Yo soy esa.
Yo soy la contestación
a lo que no preguntaste.
No la tomes contra ella.
únetele contra el,
que unico culpable es
por haber cambiado el nido.
Ella no te lo quitó,
tu jamas lo habias tenido.
Por Inmaculada Rivera (coquimar)